Conclusión
A pesar de que no lograron repetir la hazaña de 1998 en el mismo campo sede, Royal Melbourne, el trabajo del equipo Internacional mejoró notablemente con relación al que participó en 2017. El trabajo de Ernie Els, con un equipo evidentemente inferior en calidad al de su contraparte, se puede considerar como notable, y bueno sería que quienes están al mando del equipo, consideraran su reelección como capitán.
La actuación de Tiger Woods en su debut como capitán, aparte de sus tres triunfos en igual número de apariciones como jugador, fue simplemente excepcional. Supo motivar al equipo y entendió también el momento preciso para dejar de jugar y dedicarse al apoyo de los suyos. Es un nuevo logro para su impresionante carrera y es seguro que pronto lo veremos capitaneando a su país en una no muy remota Copa Ryder.
La actuación de Abraham Ancer fue simplemente extraordinaria. Mostró un nivel excepcional, siendo el mejor jugador de su equipo, con 3.5 puntos de cinco posibles. Solo Justin Thomas y Sungjae Im lograron el mismo resultado, pero nadie lo superó. Su derrota ante Tiger Woods habrá de resultar una magnífica experiencia en su madurez y, con la misma humildad con la que ha llevado a cabo su magnífica carrera, habrá aprendido que el camino es largo, pero su futuro pinta extraordinario.
Sin más, fue un magnífico torneo.