Protección de la lactancia en una época de cambio climático y emergencias aceleradas

Una perspectiva Por Cecília Tomori

Traducido por Andrea LIzarraga Sikic

Un tercio de Pakistán está bajo el agua desde que las inundaciones históricas arrasaron el país. Puerto Rico, que aún se está recuperando de los terribles efectos del huracán María, se quedó sin electricidad y agua potable a causa del huracán Fiona. Si bien se ha restablecido la electricidad en algunas partes de la isla, muchos aún enfrentan cortes de luz y escasez de diesel combustible utilizado para hacer funcionar los generadores. Después de años de desinversión y abandono, hace unas semanas en agosto, la planta principal de tratamiento de agua falló luego de fuertes lluvias en la ciudad predominantemente negra de Jackson, Mississippi, dejando a 180,000 personas sin agua potable

Las personas en todo el mundo estan cada vez más conscientes del calentamiento global, impulsado por el uso humano de combustibles fósiles, acelerando los desastres naturales. Sequías, incendios forestales, tormentas extremas y nuevas amenazas de enfermedades infecciosas son algunas de las características del cambio climático que ponen en peligro la vida humana y amenazan con el colapso de los ecosistemas en la tierra. Sin embargo, pocos saben que la lactancia es fundamental para proteger a los bebés vulnerables en ciertas situaciones. 

La lactancia materna es un elemento clave de la preparación para emergencias. La lactancia conlleva un conjunto de adaptaciones evolucionarias que se remontaron en la era de los mamíferos. La lactancia materna proporciona nutrición e hidratación óptimas, protección contra enfermedades y está profundamente interconectada con otros mecanismos fisiológicos que respaldan la regulación fisiológica entre la madre y el bebé. Cada año, más de 800 000 bebés mueren globalmente porque no son amamantados adecuadamente: iniciando la lactancia materna dentro de la primera hora de haber nacido, mantieniendo la lactancia materna exclusiva durante 6 meses o continuando la lactancia materna con alimentos complementarios hasta los 2 años o más , según lo deseen. La salud materna también sufre con cerca de 100.000 muertes anuales por cáncer de mama y de ovario y diabetes tipo II. .

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Estos fundamentos fisiológicos, cruciales, proporcionan la base de la salud de los bebés y de los niños pequeños todos los días. Pero durante las emergencias, sus efectos protectores son aún más pronunciados. Cuando se corta la electricidad y los sistemas de respaldo se dañan, las plantas de tratamiento de agua pueden fallar. En muchas emergencias simplemente no hay agua potable. Eso significa que los padres no pueden preparar fórmula láctea comercial (CMF) de manera segura, tampoco pueden mantener limpios los biberones o los chupones. Esto facilita nuevos caminos para infecciones peligrosas para los bebés o los niños pequeños alimentados con CMF. Las cadenas de suministro también se ven afectadas en situaciones de emergencia, lo que puede conducir a una cantidad de CMF insuficiente o a la dilución del producto, lo que puede conducir a más desnutrición, enfermedades y muerte. Por lo tanto, al mantener juntos a las madres y a los bebés lactantes y al proteger la lactancia materna durante las emergencias, se pueden salvar vidas. Además, se deben asignar recursos para el apoyo de la lactancia calificada y las prácticas seguras de alimentación de bebés y niños pequeños para garantizar la seguridad de todos los bebés. 

Sin embargo, para hacer frente a la aceleracion de las emergencias, no basta con proteger la lactancia materna solo en un momento de crisis o de emergencia. Un sistema de alimentación infantil resiliente requiere priorizar la lactancia todos los días. Desafortunadamente, la lactancia materna se ve amenazada por el apoyo gubernamental inadecuado hacía ella, las prácticas de marketing poco éticas y la actividad política corporativa de la industria de CMF, lo que ha llevado a la creación de pólizas que favorecen los intereses de la industria y son establecidas como un estándar para los profesionales de la salud. Sin una comprensión adecuada del valor de la lactancia o capacitación sobre cómo apoyarla, los profesionales de la salud quedan vulnerables al marketing falsas a través de afiliaciones con asociaciones de profesionales de la salud que a menudo aparentan ser científicas. Sin politicas que eliminen las practicas de marketing depredadoras,, los padres de todo el mundo continuan recibiendo información engañosa de anuncios dirigidos, cada vez más en el espacio digital., que socava la lactancia materna.

Peor aún, las raíces de las prácticas de la industria de CMF son profundas y han sido desiguales desde el principio. Están basadas en prácticas de explotación coloniales. A pesar de la considerable atención pública al depredador de Nestlé en el Sur Global en las décadas de 1970 y 1980 que condujeron al desarrollo y a la adopción del Código Internacional de Comercialización de la Sustitución de la Leche Materna de la OMS por parte de la Asamblea Mundial de la Salud en 1981, la industria de CMF continuó con estas prácticas y se hizo aún más poderosa. 

De hecho, las consecuencias de este sistema son evidentes a través de la continua crisis de CMF en EE.UU. La crisis se desencadenó después de varias muertes y enfermedades severas de bebés que sucedieron a causa de CMF contaminadas con la bacteria Cronobacter. Obligaron a Abbott Nutrition a cerrar su planta localizada en Sturgis, Michigan, la cual produce aproximadamente una quinta parte del suministro de CMF de EE. UU. Las investigaciones descubrieron una larga historia de priorizar las ganancias sobre la seguridad y los esfuerzos de la industria para debilitar la regulación que podría haber evitado estos daños.

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Es importante destacar que cada una de estas emergencias afecta de manera desproporcionada a las comunidades marginadas a nivel mundial, sobre todo a los negros/morenos. Esto no es una coincidencia. Esto refleja las relaciones pasadas durante un poder colonial. Aunque Pakistán consume una fracción de los combustibles fósiles en comparación con los EE. UU., su población tiene que enfrentar los efectos de las inundaciones, incluidos los riesgos de enfermedades para sus bebés. De hecho, el Ministerio de Salud de Pakistán tuvo que emitir una declaración para desalentar las donaciones de CMF durante las inundaciones. Estas donaciones tienen como objetivo proyectar a las empresas de CMF bajo una luz humanitaria y positiva, pero ponen en grave riesgo a los bebés en situaciones de emergencia. De manera similar, las familias negras, indígenas y latinx en los EE. UU. que han enfrentado un racismo estructural sistémico, marketing de CMF dirigido, y han recibido apoyo inadecuado de la lactancia en los sistemas de salud, han tenido que enfrentar y soportar la crisis de CMF y la crises de agua insegura este verano

Es crucial que coloquemos el tema de la lactancia en el centro de los planes para abordar el cambio climático y la justicia climática. Debemos invitar a las comunidades que han sido impactadas directamente por la explotación y la opresión racial histórica que han interrumpido el conocimiento intergeneracional y las tradiciones de la lactancia. Las políticas deben de abordar tanto los recursos como las situaciones de crisis aguda, así como las desigualdades fundamentales de un sistema que continuamente no proporciona suficiente apoyo a la lactancia a nivel mundial. Es necesario ampliar el apoyo equitativo e integral en los sistemas de salud y los lugares de trabajo, incluyendo sabáticos pagados, y en todos los sectores de la sociedad para lograr esta transformación. 

Cecília Tomori es una antropóloga y académica de salud pública húngara-estadounidense cuyo trabajo investiga los impulsores estructurales y socioculturales que dan forma a la salud, la enfermedad y las desigualdades en salud. La Dra. Tomori es una experta reconocida internacionalmente en lactancia materna, sueño infantil y salud materno-infantil. Durante la pandemia de COVID-19, ha apoyado a numerosas organizaciones centradas en la salud maternoinfantil y ha abogado por políticas pandémicas integradas y equitativas. Es autora de tres libros sobre lactancia materna y reproducción y numerosas publicaciones sobre una variedad de temas de salud pública. 

  

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