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La paz total da sus primeros pasos en Buenaventura

Los dos grupos armados ilegales más grandes del principal puerto colombiano hicieron una tregua para demostrar sus intenciones de acogerse a la política del Gobierno

El pasado 3 de septiembre, habitantes de Buenaventura participaron en una protesta contra la violencia que se vive en este puerto de Valle del Cauca (Colombia)
El pasado 3 de septiembre, habitantes de Buenaventura participaron en una protesta contra la violencia que se vive en este puerto de Valle del Cauca (Colombia)JOAQUIN SARMIENTO (AFP)

Pese a que estudiaron en el mismo colegio y viven en barrios vecinos, las fronteras invisibles que dividen al puerto de Buenaventura no le han permitido a Brayan Montaño, un líder juvenil, volver a ver a muchos de sus amigos de adolescencia. Varios de ellos terminaron engrosando las filas de las dos principales bandas delincuenciales que hacen presencia en la ciudad — Los Shottas y Los Espartanos, que suman más de mil miembros — . El domingo, después de años de enfrentamientos, ese panorama cambió. Vecinos, amigos e incluso familiares que no podían hablar o moverse libremente, producto de la guerra intraurbana que se vive en el puerto más importante de Colombia, se reencontraron, caminaron por calles antes prohibidas y se dieron la mano.

En la cancha principal del barrio Juan XXIII, epicentro de graves enfrentamientos el mes pasado, el deporte fue el protagonista y el vehículo para el acto simbólico en el que miembros de estas dos bandas delincuenciales se dieron la mano y establecieron una tregua de paz como muestra de su interés en acogerse a la iniciativa de Paz Total del presidente Gustavo Petro. Gracias a la mediación de la Diócesis y de la Junta de Acción Comunal del sector, jóvenes que semanas antes estaban enfrentándose con armas largas en ese mismo lugar, lo único que se disputaron ese domingo fue un partido de fútbol acompañado por una olla comunitaria liderada por la comunidad.

Desde entonces en el puerto se respiran aires de esperanza, como le cuenta el líder social, Brayan Montaño a EL PAÍS. “Fue un evento cargado de emociones. Un ejercicio de volver a recuperar dinámicas que nosotros en las comunidades veíamos pérdidas, como la famosa olla comunitaria que tiene un sentido muy significativo para nuestra comunidades, en especial, en el pacífico colombiano”.

Las cifras del último mes respaldan esos sentimientos de tranquilidad en el ambiente. Según datos anunciados por el monseñor Rubén Darío Jaramillo, obispo de Buenaventura, septiembre ha sido el mes menos violento en la ciudad en al menos dos años. En el puerto, donde regularmente se registran entre 20 a 25 homicidios mensuales, en septiembre solo hubo dos homicidios y ningún enfrentamiento.

Miembros de la Armada Nacional de Colombia patrullan una calle en Buenaventura
Miembros de la marina colombiana patrullan una calle de Buenaventura en un operativo el 3 de septiembre de 2022.JOAQUIN SARMIENTO (AFP)

Sostener la paz sin una hoja de ruta

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Desde agosto en las calles de Buenaventura se oían rumores sobre una posible tregua entre Los Shotas y Los Espartanos. Eso por una carta que se hizo viral, en la que varios grupos armados ilegales anunciaban su intención de cesar hostilidades y acogerse al llamado de paz del recién posesionado Gustavo Petro. La veracidad de la carta, que tenía la firma de estas dos bandas, jamás se comprobó y semanas después una balacera entre los dos grupos golpeó la esperanza, dejó varios desplazados y confinó a todo este sector de la ciudad. A los pocos días, el 6 de septiembre Gustavo Petro voló de urgencia a Buenaventura junto con su ministro de Defensa, Iván Velásquez, e instaló un Puesto de Mando Unificado. En el el discurso de instalación del puesto, el presidente hizo un llamado al diálogo: “Hemos convocado a un diálogo regional, una mesa que debe reunir a todos y todas, incluso, invito a ‘Los Shottas’ y a ‘Los Espartanos’, los invito, pero desarmados, para conocer cuál es la visión común”. Esas palabras al parecer resonaron en las bandas; Montaño las destaca por su tono conciliador.

Juan Manuel Torres Erazo, investigador y coordinador de la oficina pacífico en la Fundación Paz y Reconciliación (PARES), coincide, y señala la importancia de que Petro reiteradamente en sus discursos convoque a cesar la violencia desde todos los grupos. Sin embargo, apunta a la urgencia de que el Gobierno actúe rápidamente para lograr sostener estos gestos de paz. “Es cierto que hay una voluntad real de paz, pero es un proceso que todavía puede resultar muy frágil por las mismas características de estos grupos, por quienes lo componen y también por por lo por la inseguridad jurídica que hay”, asegura.

Este terreno es fangoso pues todavía no es claro bajo qué figura se haría el proceso de acogimiento de estas dos bandas, dado su origen. Los Espartanos y Los Shotas nacieron después de la desarticulación del grupo delincuencial La Local, una banda sucesora del Clan del Golfo que logró agrupar a varias de las bandas locales. Su relación con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia no es muy clara. Y después de varias capturas masivas en 2021, hay por lo menos 400 de sus miembros en diferentes cárceles del país, mismos que han expresado su deseo de participar en la iniciativa de sometimiento que ha planteado Petro.

Habitantes de Buenaventura observan el trabajo de elementos del Cuerpo Técnico de Investigación en una escena del crimen, el 3 de septiembre.
Habitantes de Buenaventura observan el trabajo de elementos del Cuerpo Técnico de Investigación en una escena del crimen, el 3 de septiembre.JOAQUIN SARMIENTO (AFP)

Hasta hace algunos días, el Gobierno anunció su borrador de proyecto de Ley de Sometimiento. Todavía está sujeto a cambios, pero plantea tres grandes pasos: modificar la Ley de Orden Público para que el Gobierno pueda iniciar diálogos con diferentes grupos ilegales, ajustar el procedimiento penal en la etapa de acusación y crear un proceso para que los jueces puedan emitir sentencias sobre los grupos delincuenciales de forma colectiva. El borrador está en manos de la Fiscalía General de la Nación para su revisión y posteriormente pasaría al Congreso de la República.

Para que el proyecto pase a ser ley faltan varios meses, y para Torres es fundamental que en paralelo a ese trámite legal el Gobierno agregue a su estrategia un componente que se ajuste al contexto de cada territorio y así hacerlo sostenible: “En Buenaventura hubo zonas con un foco muy fuerte de enfrentamientos, hay que recuperar algunos barrios y articular con las organizaciones sociales de base que ya hay en el territorio que han venido haciendo un trabajo importante por la paz y tienen un papel clave”, dice el experto.Montaño añade que se necesita que toda la sociedad esté involucrada en el proceso, no solo el Estado: “Esta manifestación de paz por parte de los dos grupos debe estar atravesada por un proceso de acompañamiento de todos los sectores de la sociedad civil.

Esto es un llamado al pueblo bonaverense, al ciudadano de pie, para que cese el ejercicio de estigma a los jóvenes que por diferentes razones terminaron en estos grupos y que hoy están a puertas de dejar las armas o alejarse de esta dinámica de la ilegalidad para que puedan reintegrarse a la vida civil sin ser estigmatizados y sobre todo sin ser rechazados”.

Soldados de la marina patrullan una calle en el puerto de Buenaventura, el 3 de septiembre.
Soldados de la marina patrullan una calle en el puerto de Buenaventura, el 3 de septiembre.JOAQUIN SARMIENTO (AFP)

Pese a la incertidumbre, en Buenaventura se mantiene el ambiente festivo. En especial para los jóvenes, la población en mayor riesgo por la violencia que vive la región. De acuerdo al boletín: Juventud y violencia: el posconflicto en Buenaventura, realizado por PARES, los Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) son el 65% de las víctimas del confinamiento obligatorio y del 57% de las víctimas por homicidios en este municipio.

Han sido precisamente los jóvenes quienes han manifestado a través de varios mensajes en redes sociales como Twitter, el impacto que ha tenido para ellos este gesto: “La tregua de paz que han empezado las bandas criminales en Buenaventura ha hecho que hoy esté tomando cervezas con amigos en el Dorado, sin pensar que me pueda pasar algo o que tenga que devolverme temprano a mi casa”, se leía en uno de los mensajes.

Otro joven, Leonard Rentería, un reconocido activista de la ciudad hizo un llamado a apostarle a la paz: “Las imágenes de personas volviendo a visitar Barrios que no visitaban hace dos años por las fronteras invisibles es algo bonito, familias que no iban de un barrio a otro ahora se atreven a ir, debemos seguir fortaleciendo este camino de paz”.

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