En apenas unos meses, 2022 se ha colocado ya como otro año histórico, a la altura de los dos anteriores, añadiendo al escenario pospandemia un conflicto bélico y una tendencia inflacionista que ha forzado a los consumidores a replantearse, de nuevo, sus hábitos de consumo.
Ante este contexto tan imprevisto, desde Wallapop y por tercer año consecutivo, hemos querido profundizar sobre cómo progresan las nuevas formas de consumo más sostenible en el día a día de los españoles, y cómo las nuevas condiciones exógenas que estamos viviendo están afectando a la decisión de compra, desde la consciencia de la necesidad hasta la adquisición final.
Al igual que pudimos comprobar en la edición anterior, la ralentización económica y la preocupación sanitaria han provocado que la inquietud sobre el reto del medio ambiente pierda posiciones frente a los datos prepandemia. No obstante, esto no impide que España se sitúe como el segundo país europeo en el que las amenazas medioambientales se consideran más reales, y donde casi ocho de cada diez entrevistados afirman que la sociedad está ahora más concienciada con la sostenibilidad del planeta que hace tres años.
Así, esta tercera edición de La Red del Cambio viene a corroborar el hecho de que, lejos de empequeñecer los esfuerzos de la sociedad por incluir rutinas más sostenibles en sus hábitos de consumo, se ha producido precisamente el efecto contrario: el fortalecimiento del compromiso de los ciudadanos con las cuestiones globales y las causas sociales, de entre las que despuntan el cambio climático y el desarrollo sostenible.
En este sentido, cabe señalar que, según nuestros datos, en un 90% de los hogares españoles ya se practica un consumo consciente, que intenta alargar la vida útil de estos productos y reducir la compra de nuevos artículos si éstos no son realmente necesarios. Además, hemos visto que, una vez tomada la decisión definitiva de compra, la sostenibilidad del producto en cuestión se pondera como una de las primeras cuestiones a tener en cuenta antes de su adquisición.
Los resultados de esta edición consolidan de nuevo lo extraído en las anteriores: que la compra de artículos ya producidos se presenta como una tendencia muy valorada, y alineada con los valores de los consumidores. De hecho, se observa un cambio de paradigma muy relevante, en el que los ciudadanos no solo creen que es positivo dar una segunda oportunidad a determinados productos, sino que esta práctica se ha convertido en habitual en todas las ocasiones de compra. Tanto es así, que casi la mitad de los consumidores (43%) ya considera productos de segunda mano cuando se enfrenta a una decisión de compra.